El zaouli es un arte donde la música y la danza son protagonistas. Es practicado por las comunidades gouro de los departamentos de Bouaflé y Zuénoula en Costa de Marfil, ambas en el centro del país. Es considerado un homenaje a la belleza femenina, representada en la máscara que utiliza el intérprete.
El zaouli cuenta con siete tipos de máscaras, cada una de las cuales se basa en una leyenda específica de la región. En esta manifestación cultural participan escultores, artesanos, instrumentistas, cantantes, bailarines y griots, quienes fungen como garantes de las costumbres y tradiciones de la comunidad.
El zaouli desempeña una función educativa, lúdica y estética, contribuyendo, por ejemplo, a la preservación del hábitat donde se desempeña la comunidad, a la vez que transmite la identidad cultural de generación en generación, promoviendo la integración y la cohesión social.
La función didáctica del zouli se da durante las actuaciones musicales y coreográficas, pero también durante la formación, ya que aficionados aprenden bajo la supervisión de profesionales experimentados.
El zaouli es practicado constantemente en las comunidades gouro de Bouaflé y Zuénoula, incluso varias veces por semana. Se trata de un arte que atesoran, respetan y buscan mantener vivo. La jefatura tradicional, garante de las costumbres de esa etnia, también desempeña un papel clave en el proceso de transmisión y enseñanza. Por ello se organizan concursos y festivales de danza entre distintas aldeas, que ofrecen otras oportunidades de revitalización. A la misma ves, desde el gobierno del país se llevan a cabo actividades de investigación y documentación.
El baile del zaouli se basa en un movimiento palpitante de piernas, a gran velocidad, mientras que la parte superior del cuerpo parece inmóvil o se desplaza sólo lentamente en horizontal. Al verlo da la impresión de que los pies apenas tocan el suelo, y de que la espalda se encuentra casi rígida.
La existencia de los gouro se maneja alrededor de la presencia de espíritus protectores, conocidos como Zuzu, a quienes les dedican altares y figuras. Es un pueblo que tiene una noción artística muy notable. Otra característica curiosa es la importancia que dan al peinado, por lo que los peluqueros son reverenciados como artistas.
El zaouli, desde su danza hasta su vestuario, fue concebido recientemente, en la década de los cincuenta. Si bien es cierto que los orígenes de las máscaras típicas de este arte son diversos, existe una leyenda constante que aparece al estudiarlo, y es que inicialmente fueron inspiradas por una muchacha muy hermosa llamada Djela Lou Zaouli, que significa «Zaouli, hija de Djela».
La tradición cuenta la existencia de un matrimonio que se quería mucho. Un día la mujer desapareció, por lo que su marido talló su cara en una máscara, dando lugar prenda principal de la indumentaria del zaouli, de esta manera cuando se la colocaba bailaba con el espíritu de su amada. No obstante, lo cierto es que existen otras máscaras con historias puntuales.
En cada pueblo de la etnia gouro existe un baile local zaouli, pero además cada uno posee un bailarín principal, casi siempre hombre, si bien es un baile que puede ser ejecutado por mujeres. Las máscaras suelen estar en manos de personas que ostentan cargos religiosos, espirituales o políticos. El zaouli tiende a practicarse en ocasiones importantes como funerales, bodas o efemérides locales.
Los gouro creen que la realización del zaouli sirve para aumentar la productividad de una aldea, a través de la unión y organización de la comunidad.
La música que acompaña el zaouli posee una importante sección de percusión, con varios tambores típicos de Costa Marfil, como yembés, pero también cuenta con diversas flautas de madera.
La lengua gouro es un idioma mandé, y posee un número de hablantes que oscila los 350 mil, por lo que poseen una importante presencia en Costa Márfil. Además del zaouli, la etnia es conocida por sus máscaras, la cuales se han vuelto cada vez más coloridas. Por eso casi todos sus rituales poseen este implemento.