noviembre 10, 2021

Tsapiky, el hipnótico y espasmódico género proveniente de Madagascar

El tsapiky es un género musical originario de Madagascar, específicamente de la región de Toliara, en el suroeste de la isla. Nacido a finales de la década de los setenta, estuvo inicialmente vinculado a ceremonias religiosas y rituales. Se caracteriza por ritmos rápidos, enérgicos y espasmódicos, capitaneados por una vibrante guitarra eléctrica y un bajo hipnótico.

El sudoeste de Madagascar es una tierra de pesca, ganadería y minería. Por lo tanto, no es una región homogénea en lo que respecta a estilos de vida, pero tampoco étnicamente. No obstante, existe un punto de encuentro para todos, un género musical vertiginoso y alegre llamado tsapiky.   

Guitarras aceleradas, percusión galopante, gritos frenéticos y bajos cadenciosos generan una atmósfera alegre y de celebración, aunque originalmente se trate de una música utilizada en ceremonias tradicionales, incluyendo funerales, aunque también circuncisiones y bodas, donde la música la fiesta puede darse sin parar durante tres días o más. Y es que para los habitantes de Toliara estos eventos de vida y muerte, forman parte de su cotidianidad, por lo que, aunque los funerales no suelen ser motivo de celebración, son parte del ciclo de la existencia.

Toliara es el pueblo más grande de una enorme región rural seca poco poblada, pero que cuenta con granjas de ganado y minas de zafiros donde los locales trabajan, pero rara vez se benefician. Para algunos la música tsapiky es una forma de conseguir trabajo.

El etnomusicólogo francés, especialista en música malgache, Julien Mallet, que ha visitado Toliara, afirma que el tsapiky es «como la bandera de la ciudad». Relata además: «Los músicos que vienen del campo se unen a las bandas de la ciudad. Cuando el grupo ha adquirido cierto nivel de fama, las comunidades rurales le piden que toque en ceremonias como entierros y circuncisiones».

Estas ceremonias son muy importantes. Las familias vienen de lejos con regalos, con miras a formar parte de una celebración donde se puede comer, beber y bailar. Un veterano guitarrista tsapiky, llamado Pascal, cuenta en una entrevista con la red de radio pública estadounidense NPR que las festividades pueden durar de dos días hasta una semana. «Sin parar, excepto para comer», añade. «Sólo tocamos tsapiky. No hay otro ritmo», finaliza.

Una fusión

El tsapiky es una fusión de música sudafricana y de ritmos tradicionales locales de Madagascar. Se trata de un estilo joven que comenzó a finales de los años setenta. Los orígenes del género están en los ritmos ancestrales típicos de Toliara, aunque adaptándolos a instrumentos modernos como la guitarra eléctrica, el bajo y la batería. El tsapiky es más rápido que otros ritmos de Madagascar, y la guitarra eléctrica tiende a emular a un instrumento típico de la isla llamado marovany, una cítara tipo caja de madera, en forma de maleta, muy utilizada en la música malgache. El marovany se toca también en ceremonias como funerales, en las que se cree que la música ayuda a llegar a un estado de trance.

Fue en los ochenta que los instrumentos modernos comenzaron a formar parte del tsapiky, pero fue en los noventa que comenzó a haber un entusiasmo nacional por esta música. En el año 2000, con el lanzamiento del compilado Tulear Never Sleeps, a través de la disquera Earthworks, el género empezó a ser conocido en el extranjero. No obstante, ese trabajo mostraba el tsapiky tradicional que se tocaba en las aldeas rurales veinte o treinta años antes, y no el estilo más moderno que, por aquel año sonaba masivamente en las radios, de la mano de artistas como Tearano, Terakaly, Jarifa y Mamy Gotso.

La influencia sudafricana en el tsapiky se siente en el canto poliarmónico, algo muy común en las tradiciones vocales a capella de ese país. Este tipo de copla puede ser interpretado por cantantes femeninas, que repiten variaciones en un coro corto a lo largo de la canción.

Al hablar de la forma de ver la música en Toliara, el productor de tsapiky, nacido en Francia, François Balafomanga, dice que la interpretación va más allá de un concierto. «Es realmente parte de la vida», asegura. «Tiene algunos significados, y todos en la comunidad conocen los códigos. Realmente tiene un lugar importante en la sociedad».

Una atmósfera de miedo

La reciente invasión de grupos armados de ladrones de ganado alrededor de Toliara ha traído una serie de problemas a la comunidad. Las fuerzas del gobierno han respondido despiadadamente, atacando con fuerza e incluso quemando pueblos. Mallet pinta un escenario complicado, destacando que la llegada de esta mafia de ladrones ha creado una atmósfera de miedo. Las bandas de tsapiky que en el pasado tocaban en tres o cuatro ceremonias al ahora tienen suerte si tocan una. Por otro lado y, a pesar de ese panorama, François Balafomanga dice que la música tsapiky no ha perdido nada de su influencia en la imaginación de la gente, incluso en la de los propios ladrones de ganado.

«Incluso los Haalu, la gente que roba el ganado, llaman a los tsapiky porque conocen su importancia y aprecio en la comunidad», dice Balafomanga en una entrevista con NPR. «Esto es lo espiritual. La música es la medicina. Incluso en la pena, la música ayuda a calmar los malos sentimientos que pueden destruirte».

Damily y el tspiky de hoy

Uno de los principales artistas tsapiky de la actualidad es el veterano guitarrita Damily, quien ha vivido en Francia durante los últimos 20 años, pero que ha vuelto en varias ocasiones a su Toliara natal para tocar allí.

Recientemente la disquera francesa Bongo Joe anunció el lanzamiento de una nueva compilación de algunas rarezas musicales del legendario Damily, bautizada Early Years: Madagascar Cassette Archives. Se trata de un álbum con seis canciones. El lanzamiento será hará en vinilo y digital, habiendo convertido las grabaciones originales de cassettes lo-fi para ambos formatos.

Este álbum buscar mostrar un panorama de la música tsapiky a través de la carrera de Damily, con una serie de temas elegidos de cuatro de sus álbumes, grabados entre 1995 y 2002. Cantado en malgache, el sonido tsapiky característico de Damily es mostrado a través de un ritmo abrasador que se toca en parches de piel de cebú, guitarras eléctricas destartaladas y voces agudas, que son amplificadas en equipos locales de construcción propia y de bricolaje. Un trabajo que será publicado el 24 de abril y que sirve como una buena aproximación a este género tan poco conocido.

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