Al McKay es responsable, junto al cantante Maurice White, de algunos de los clásicos más reconocibles de los años setenta como September y Best of My Love. Su trayectoria como guitarrista de Earth, Wind and Fire lo convirtió en un referente de la música afroamericana, habiéndose formado junto a músicos de la talla de Sammy Davis Jr. y Ike & Tina Turner. Desde hace décadas encabeza el conjunto The Al McKay Allstars, cuyo espectáculo The Earth, Wind and Fire Experience, rememora sus días junto a la banda.
La amplia trayectoria de Al McKay ha sido junto a algunos de los principales personajes de la música afroamericana de los últimos cincuenta años. Además, ha compuesto alguno de los clásicos más importantes del R&B, el soul y el funk. Si bien conocido principalmente por sus años como guitarrista de la mítica banda Earth, Wind and Fire, actualmente sigue recorriendo el mundo junto a su banda The Al McKay Allstars, la cual visitó recientemente España para presentar el espectáculo The Earth, Wind and Fire Experience.
—Su banda The Al McKay Allstars comienza en los años ochenta poco después del cese de actividades de Earth, Wind and Fire.
—Poco después de separarse Earth, Wind and Fire, me di cuenta de que había gente que quería seguir escuchando la música que habíamos hecho. Los dueños de un club en Los Ángeles me pidieron que reuniera una banda para tocar un par de noches. Hablé con la mayoría de los músicos originales del grupo y todos estaban listos para volver a tocar. Así que durante el primer año tenía a casi todo Earth, Wind and Fire tocando conmigo nuevamente. Verdine y Fred White, Ralph Johnson, en fin, la mayoría de ellos. Luego de eso, decidí seguir con este proyecto y lo llamé The Earth, Wind and Fire Experience. Han pasado treinta años desde entonces y la formación de la banda ha cambiado. Philip Bailey, Verdine y Ralph crearon después un proyecto que también se inspira en su época junto a Earth, Wind and Fire, y a veces tocan en Estados Unidos.
—¿Cuál es la idea tras The Earth, Wind and Fire Experience?
—Se trata de la música de Earth, Wind and Fire. He formado una banda para tocar las canciones que más me gustan del grupo. Desde sus inicios ha funcionado de maravilla. Hemos recorrido el mundo dando conciertos y se ha convertido en una institución en sí misma, tanto The Al McKay Allstars, así como The Earth, Wind and Fire Experience. Lo importante del proyecto es que encontrarás siempre un show poderoso, con músicos geniales y carismáticos.
—Usted escribió algunas de las canciones más famosas y reconocibles de los años setenta, lo que ya es mucho decir. Una de ellas es September, la cual compuso junto a Allee Willis y Maurice White. ¿Es cierto que a Willis no le gustaba la parte del coro que decía «ba-dee-ya» porque era una palabra inventada?
—Al haberla compuesto yo, llegué al estudio con la música. Maurice, por su parte, empezó a ver qué hacer con aquello. Él quería una historia diferente, entonces contrató a Allee para componer la letra. A ella no le gustó esa idea de «ba-dee-ya», que fue de Maurice. Él siempre hacía cosas así en Earth, Wind and Fire. Desde luego, más adelante Allee lo aceptó y bueno, la canción se convirtió en lo que es actualmente. Sobre la música, la compuse una mañana, me levanté, bajé al estudio y logré ese groove. Al momento no había pensado en una letra, pero sentía que era un tema muy alegre. Cuando se la mostré a Maurice él sonrió y me pidió que la volviera a tocar y empieza a cantar: «Do you remember».
—Esa canción hace referencia a un 21 de septiembre.
—Sí, y la verdad es que no tengo idea de dónde salió esa fecha. Nos lo han preguntado antes. Pudo haber sido el 31 de octubre, que es Halloween. No lo sé, es una de esas cosas que surgen. No recuerdo si eso fue Allee o Maurice.
—¿La letra nunca debería obstaculizar el groove?
—Estoy totalmente de acuerdo. En el caso de September es una canción para bailar. La gente le gusta ir a la pista de baile y disfrutar. Claro que también quieren escucharla, pero es esencialmente una canción alegre, que transmite júbilo a las personas.
—Usted ha dicho que, aparte de September, el otro clásico que compuso del que se siente más orgulloso es Best of My Love.
—Cuando compuse Best of My Love no tenía ni idea de que iba a convertirse en un clásico. Cuando Maurice y yo comenzamos a crearla, él decía que la escuchaba más como una balada. Me pedía que bajara la velocidad, a la vez que yo le comentaba que no lo veía de esa manera. Entonces volví a tocarla y canté una idea y él quedó satisfecho. Pronto se convirtió en himno en todo Estados Unidos.
—¿Cuándo fue la última vez que vio a Maurice White?
—Fue en 2004. En aquel momento nos reunimos pensando en rearmar el grupo. Traer a Larry Dunn y empezar de nuevo. Desafortunadamente hubo cosas que no funcionaron, así que tomamos caminos separados. Esa fue la última vez que lo vi. En aquella ocasión no parecía estar mal de salud. Luego hicimos un tributo para él, durante un premio a los logros de su carrera, pero no pudo asistir.
—¿Cómo fue su relación tras Earth, Wind and Fire?
—Maurice y yo nos llevábamos bien. Desde luego que tuvimos nuestros choques, porque éramos dos personas creativas haciendo música. Claro que hubo desacuerdos. Pero puedo decir sin ningún problema que Maurice White fue una de las mejores cosas que me pasó. Conocer y trabajar con una persona que tuvo tanto impacto en el mundo de la música. Siempre tuvimos una buena relación. Cuando me enteré de que falleció en 2016 era algo que no me esperaba. Fue un gran golpe y un shock. Yo nunca había escuchado que la gente fallecía por mal de Parkinson.
—Antes de Earth, Wind and Fire usted tocó con Sammy Davis Jr.
—H. B. Barnum era un director musical de Los Ángeles. Él estaba reuniendo una gran banda para una fiesta que iban a dar una noche. Yo obtuve el puesto de guitarrista. Resulta que la fiesta era para Sammy Davis Jr. Al final del concierto, todos nos sentamos en una mesa a compartir. Sammy estaba junto a las bailarinas y algunos de los músicos, y yo veía que apuntaba constantemente hacia mí con su mano. Allí me ofreció trabajo y lo rechacé porque no tocaba el tipo de música que él hacía. Yo venía del funk. Pero eso era lo que él quería. Estaba cambiando toda la estructura de su show para hacerlo más moderno. Buscaba una audiencia más joven. Yo estaba allí con todos mis pedales, mi wah wah, y eso es lo que él quería escuchar. Estuve tocando con él casi dos años. Aprendí muchísimo. Él decía que era una superestrella negra y judía, y definitivamente lo era. Gracias a él tuve la oportunidad de conocer a gente como Frank Sinatra y Elvis Presley.
—A los 18 años usted tocaba con Ike y Tina Turner.
—Alguien me invitó a un ensayo en la casa de Ike. Estaban aprendiendo una nueva canción de The Temptations llamada Losing you. Ike decía que era una canción para dos guitarras y yo levanté la mano y dije que no, que era para una sola. Ike Turner me vio y me pregunto si estaba seguro, al responder afirmativamente me preguntó si sabía tocarla y le dije que sí. Me dijo que lo hiciera. Debes recordar que yo soy zurdo, por lo que tuve que colocarme la guitarra al revés. Interpreté Losing you. 48 horas después tenía nuevo trabajo. Yo era fan de Ike y Tina, así que entenderás lo que eso significó para mí, especialmente a esa edad. Estaba muy sorprendido.
—Usted ha hecho todo lo que un músico puede aspirar. ¿Qué cree le falta lograr?
—Hace un año habría sabido qué responderte. Ahora no estoy muy seguro. La música sigue allí para mí. Antes pensaba que era hacer bandas sonoras para películas. Pero ya no estoy tan seguro. Voy a dejar que la música me lleve al siguiente paso.
¿Dejará de girar en algún momento?
Acabo de cumplir 71 años, así que ya veremos. Creo que aún tengo esa energía, aunque hoy me afecta una gripe. Se sigue sintiendo bien estar en tarima. Todo este año lo tenemos casi lleno con la gira, así que aún es temprano para saber. Amo a mi banda, los muchachos son geniales. Son más de veinte años juntos. En fin, sigo disfrutando lo que hago.