Diego Penzo VivasEl cantante, músico y compositor Solomon Ntsele, más tarde cambiaría su apellido por Linda debido a que era el nombre de su clan, es una de las figuras más influyentes de la música sudafricana. Sin él, no existiría el estilo mbube, también llamado isicathamiya, el cual fue popularizado mundialmente por la célebre agrupación Ladysmith Black Mambazo, quizás la más famosa de Sudáfrica.
Su canción Mbube, que significa León en idioma zulú, que grabó en 1939 junto a su grupo The Evening Birds, le valió apenas el equivalente a dos dólares, que fue lo que le pagó el dueño de un estudio por la pieza. Tras eso Solomon Linda jamás llegó a cobrar ni un centavo por derechos de autor.
En la década de los cuarenta Mbube se convirtió en una de las canciones más famosas de Sudáfrica, vendiéndose más de cien mil copias alrededor de todo el país.
Una década después, en 1951, el etnomusicólogo estadounidense Alan Lomax grabó con el músico de folk neoyorquino Pete Seeger una versión de Mbube, llamada Wimoweh, publicada por Smithsonian Folkways Recordings e interpretada por la banda de Seeger, The Weavers.
No obstante, la versión más popular es la que realizó el compositor y arreglista George Weiss, junto a Luigi Creatore y Hugo Peretti, grabada e interpretada por la agrupación The Tokens, bajo el título The Lion Sleeps Tonight (El león duerme esta noche). Weiss fue autor o coautor de algunos temas muy reconocidos, como What a Wonderful World, interpretado originalmente por Louis Armstrong.
Las tres canciones, Mbube, Wimoweh y The Lion Sleeps Tonight han sido interpretadas por infinidad de músicos, y utilizadas en muchas películas alrededor del mundo.
Un cantante zulú en Johanesburgo
Solomon Popoli Ntsele nació cerca del pequeño pueblo de Pomeroy, en la provincia de KwaZulu-Natal, no muy lejos de la ciudad de Ladysmith. Desde joven entró en contacto con las tradiciones musicales del amahubo e izingoma zomtshado (cantos de bodas). En el Colegio Misionero Gordon Memorial, donde asistió, aprendió sobre música coral. Además allí fue influenciado por la nueva música sincopada que fue introducida a Sudáfrica desde los Estados Unidos durante 1880, la incluyó en las canciones zulúes, que él y sus amigos interpretaron en bodas y festejos.
En 1931, Linda, al igual que muchos otros jóvenes sudafricanos de color de la época, abandonó su hogar para buscar trabajo en Johannesburgo, que por entonces era una ciudad minera en expansión con una gran demanda de mano de obra barata. Trabajó en la tienda de muebles Mayi Mayi en Small Street y cantó en un coro conocido como los The Evening Birds, dirigido por sus tíos Solomon y Amon Madondo, y que se disolvió en 1933.
Más adelante, Linda encontró trabajo en el Hotel Carlton de Johannesburgo y formó un nuevo grupo que mantuvo el nombre de The Evening Birds. Los miembros del grupo fueron Solomon Linda (soprano), Gilbert Madondo (alto), Boy Sibiya (tenor), con Gideon Mkhize, Samuel Mlangeni y Owen Sikhakhane como bajos. Todos eran amigos provenientes de Pomeroy.
El grupo pasó de actuar en bodas a participar en concursos corales. La popularidad de The Evening Birds creció a pasos agigantados, fungiendo como un acto urbano innovador, presentándose ataviados de unos característicos trajes de rayas, sombreros de copa y zapatos bicolores.
Solomon Linda comenzó a trabajar como empacador de discos en una planta de la Gallo Record Company en 1939. Por aquel momento fue cuando el cazador de talentos de la compañía Griffith Motsieloa, vio por primera vez a The Evening Birds.
Eric Gallo, creador de la Gallo Record Company, había abierto en 1932 el primer estudio de grabación del África subsahariana. En un principio Gallo se había dedicado a la distribución de discos, pero al darse cuenta de la ausencia de instalaciones para desarrollar nuevos talentos, emprendió esta idea. Fue en ese estudio donde Solomon Linda improvisó y grabó la canción Mbube, producida por Motsieloa. Poco después, Linda vendió los derechos de la canción a la disquera por 10 chelines, actualmente el equivalente a menos de dos dólares.
Mbube se convirtió en un éxito sin precedentes para The Evening Birds, llegando a vender más de 100 mil copias para 1949. Linda no vio un centavo de ese dinero.
En 1948 los Evening Birds se disolvieron. Un año después se casó con su esposa Regina y tuvo cuatro hijas. A pesar de las grandes dificultades económicas, y de tener que combinar sus actividades artísticas con trabajos precarios, Linda continuó actuando. Desarrollando estructuralmente el estilo isicathamiya, y tratando de mantener una presencia elegante en el escenario. Además procurar siempre enaltecer la música tradicional zulú.
A pesar de la popularidad y el amplio uso de la canción por docenas de artistas, Solomon Linda murió en la más completa pobreza en 1962, a causa de una insuficiencia renal. Tenía apenas 53 años. Fue enterrado en una tumba sin nombre, tuvieron que pasar décadas para que se le construyera una lápida.
Y se hizo justicia
Actualmente se alega que, según las leyes británicas entonces en vigor, esos derechos deberían haber sido restituidos a los herederos de Linda 25 años después de su muerte en 1962.
Recientemente la serie documental ReMastered de Netflix, dedico un capítulo a la historia de Solomon Linda. Allí las hijas del cantante relataron su dolor ante el enriquecimiento de tanta gente, por una composición de su padre que no trajo ningún beneficio a su familia. Se hablan de casi 100 millones de dólares en derechos. Hay que recordar que la pieza fue incluso fue utilizada en la banda sonora de la exitosa película El rey león, que vendió millones de copias.
En 2006 se llevó a cabo un juicio con miras a remunerar a la familia de Linda, lográndose un arreglo que garantizaba una repartición modesta de lo que fuesen las ganancias de Mbube, de manera que no tuvieran más problemas económicos en el futuro.
El acuerdo reconoció implícitamente que El león duerme esta noche es de origen sudafricano y es una pieza arraigada a la cultura de esa país. Un gran logro para un pequeño creador de bajos recursos cuya descendencia había conseguido, finalmente, defenderse con éxito de los gigantes de la industria del entretenimiento.
