El shamisen japonés es pariente directo de un instrumento chino llamado sanxian, el cual se introdujo a Japón, a través del Reino de Ryūkyū, en la isla de Okinawa, en el siglo XVI. Allí se convirtió en el sanshin, del que finalmente deriva el shamisen.
Se cree que el sanshin llegó a Honshū, la principal isla del archipiélago japonés, a través de la ciudad portuaria de Sakai, cerca de Osaka, en el siglo XVI.
Desde sus inicios, el shamisen solía tocarse en solitario o en conjunto, o en ensambles con otros instrumentos locales.
El shamisen ha sido protagonistas de géneros como el nagauta, utilizado en el teatro kabuki, donde la técnica vocal se acompaña por otros implementos, como el tambor tsuzumi. También es utilizado en el bunraku, nombre que recibe el teatro de marionetas japonés ningyō jōruri. Tradicionalmente, tanto hombres como mujeres pueden tocar el shamisen.
Uno de los estilos más conocidos de interpretación del shamisen es el gidayū, que lleva el nombre de Takemoto Gidayū (1651-1714), que estuvo muy involucrado en la tradición del teatro de marionetas bunraku en Osaka.
El shamisen gidayū, y la púa con la que se toca, es la más grande de la familia de los shamisen. En este estilo el cantante-narrador debe decir los papeles de la obra, así como cantar todos los comentarios sobre cada acción. El papel de cantante-narrador es a menudo tan exigente vocalmente que los intérpretes son cambiados a mitad de una escena.
En los libros de la tradición gidayū hay pocas anotaciones, excepto las palabras y los nombres de ciertas respuestas genéricas del shamisen. El intérprete debe conocer perfectamente toda la obra para responder eficazmente a las situaciones de la historia. A partir del siglo XIX las intérpretes femeninas, conocidas como onna-jōruri u onna gidayū, también continuaron con esta tradición de directos.
A principios del siglo XX, los músicos ciegos, conocidos como biwa hōshi, entre los que se encontraban Shirakawa Gunpachirō, Takahashi Chikuzan, y los videntes como Kida Rinshōei, desarrollaron un nuevo estilo de interpretación para el shamisen, basado en las canciones folclóricas tradicionales, conocidas como min’yō, pero que implicaba mucha improvisación y un llamativo juego de dedos. Este estilo, conocido actualmente como tsugaru-jamisen, por su región de origen, en el norte de Honshū, sigue siendo muy popular en Japón.
Kouta es otro estilo de canción donde se utiliza el shamisen, el cual suelen aprender las geishas y las maiko. Su nombre significa literalmente «pequeña» o «canción corta», lo que contrasta con el género musical que se encuentra en el bunraku y el kabuki, conocido como nagauta, o «canción larga».
Jiuta, o literalmente «canción regional», es un estilo más clásico de música tocada con shamisen.
El shamisen hoy
Uno de los intérpretes contemporáneos de shamisen más famosos fue Takeharu Kunimoto (1960-2015), tocaba música bluegrass con el instrumento, después de haber pasado un año estudiando bluegrass en la Universidad Estatal de East Tennessee y haber actuado con una banda de bluegrass con sede allí. Otro intérprete que utiliza el tsugaru-jamisen en géneros no tradicionales es Michihiro Sato, que hace improvisación libre.
El pianista de jazz estadounidense de origen japonés Glenn Horiuchi toca el shamisen en sus actuaciones y grabaciones.
Un dúo muy popular en Japón, conocido como los hermanos Yoshida, desarrolló un estilo muy enérgico de tocar el shamisen muy influenciado por los solos rápidos y agresivos que enfatizan la velocidad y la técnica; lo que suele asociarse con la música rock progresiva.
El guitarrista de metal Marty Friedman ha utilizado a menudo un shamisen en sus grabaciones para dar un sonido más exótico a su música.
El grupo japonés de metal extremo Zenithrash tocó el shamisen y el shakuhachi en su último álbum para lograr una suerte de metal extremo japonizado.
La banda japonesa de folk-rock/metal Wagakki Band utiliza diferentes instrumentos tradicionales japoneses y los combina con canciones de rock occidental y de vocaloid. Uno de sus miembros, Beni Ninagawa, toca un tsugaru shamisen en los álbumes y durante los conciertos.
El músico de rock japonés Miyavi también ha tocado el shamisen en varias ocasiones, incorporando su uso en álbumes y en vivo.
El grupo canadiense de death metal Quo Vadis utilizó un shamisen en la canción Ego Intuo Et Servo Te (la novena y última canción de su álbum Defiant Imagination, de 2004), tocado por Bart Frydrychowicz.
El guitarrista e intérprete de tsugaru-jamisen estadounidense Kevin Kmetz lidera una banda de rock llamada God of Shamisen, con sede en Santa Cruz, California, y también toca el instrumento con el grupo Estradasphere.
El artista japonés de música tradicional y de jazz Hiromitsu Agatsuma incorpora una mezcla variada de géneros en su música. Arregló varios estándares de jazz y otras canciones occidentales famosas para el shamisen en su álbum Agatsuma Plays Standards de 2008. Sus grabaciones anteriores, como Beyond de 2004, mostraban estilos tradicionales japoneses mezclados con funk, techno y rock.
El shamisen también es utilizado en la música del grupo de speed metal pop Babymetal; se puede ver en sus vídeos musicales y lo tocan en directo.
Un shamisen mágico aparece en la película de 2016 Kubo. En el filme, el protagonista utiliza su poder para derrotar a sus enemigos y completar su búsqueda. El instrumento aparece en la versión de Regina Spektor de While My Guitar Gently Weeps, que suena sobre los créditos finales y se incluye en la banda sonora.
Shinobu Kawashima toca el shamisen en una versión de What is hip de Tokyo Groove Jyoshi.