junio 17, 2015

Sierra Leone’s Refugee All Stars: Una historia de redención y optimismo

Sierra Leone’s Refugee All Stars nació en los campos de refugiados de Guinea, con músicos que huían de la sangrienta guerra civil que azotó Sierra Leona. Al principio su idea era tocar y entretener a sus vecinos del asentamiento, hacer más llevadera la triste rutina. No obstante, su historia generaría interés, primero de cineastas y luego de productores. Más de diez años han pasado desde entonces. Hoy por hoy cuentan con una exitosa carrera que los ha llevado a las tarimas y festivales más importantes del mundo, y que lejos está de acabarse.

La historia de Sierra Leone’s Refugee All Stars es una de redención y esperanza. Nacida en un campo de refugiados en Guinea, la agrupación fue concebida por un grupo de músicos que huían de la terrible guerra civil en Sierra Leona y que, superando obstáculos inimaginables, encontraron en el arte una forma de traer optimismo a esa convulsionada región de África y, posteriormente, al resto mundo.

 A pesar de haber presenciado el horror, su capacidad de transmitir alegría se encuentra intacta. Es ese optimismo el que los ha llevado a algunos de los escenarios más importantes y prestigiosos del mundo, tras sus humildes comienzos tocando en los campos de refugiados de la costa oeste de África.

Durante los años noventa, Sierra Leona estuvo involucrada en una de las peores y más sangrientas guerras civiles de las últimas décadas. El mundo miraba sorprendido aquel escenario que llevo a millones de personas a huir del país, refugiándose en naciones adyacentes, las cuales a su vez sufrieron una crisis humanitaria.

Todos los músicos Sierra Leone’s Refugee All Stars provienen de la capital Freetown. Varias veces tuvieron que huir de la ciudad debido a los violentos ataques de los rebeldes. En el momento que la situación se hizo insostenible emigraron definitivamente a Guinea. Algunos terminaron en los campos de refugiados, otros intentando ganarse la vida en la capital Conakry.

Uno de estos músicos era Reuben Koroma, quien junto a su esposa Grace, abandonaba Sierra Leona en 1997, instalándose en un campo de refugiados en Guinea, junto a la frontera con su país, llamado Kalia. Fue allí donde unió fuerzas con el guitarrista Francis John Langba, también conocido como Franco, el bajista Idrissa Bangura, de nombre artístico Mallam, y otros músicos del campo que había conocido antes de la guerra. La idea era entretener a los habitantes del lugar y hacer su dura vida más llevadera.

Una organización canadiense de ayuda donó dos guitarras eléctricas, un micrófono y un equipo de sonido para la banda. Así nació Sierra Leone’s Refugee All Stars.

El grupo llamó la atención de los cineastas norteamericanos Zach Niles y Banker White, quienes encontraron a la banda en el campo de refugiados Sembakounya. Su historia los conmovió e inspiró, por lo que decidieron seguir a la banda los siguientes tres años y documentar sus giras a través de los asentamientos.

Eventualmente la guerra llegó a su fin en 2002 y, tiempos después, los integrantes de Sierra Leone’s Refugee All Stars volvieron a su país de origen, donde encontraron a otros músicos retornados que se unieron a la banda, cuya formación se encontraba en permanente rotación.

Fue en las chabolas de Freetown donde Sierra Leone’s Refugee All Stars grabó las primeras canciones que se convertirían, junto con las cintas hechas durante sus giras por los campos de refugiados, en la base de su primer disco “Living Like a Refugee” (Viviendo como un refugiado), que fue publicado en 2006 por la disquera Anti.

Por otro lado, el material grabado por Zach Niles y Banker White se convirtió en la película “Sierra Leone’s Refugee All Stars”, la cual fue un éxito de crítica y que logró mostrar al mundo las poderosas historias de estos personajes que encontraron la redención a través de la música.

“Tan conmovedoras como pueden ser estas historias” escribiría The New York Times, “la música que ha salido de ellas es vigorizante”. Por su parte Newsweek declaró: “Es muy fácil enamorarse de estos personajes y su música como en su momento pasó con Buena Vista Social Club”.

La película y el álbum llevaron a la banda a girar por Estados Unidos, Europa y Asia, logrando expandir sus seguidores y presentándolos frente a miles de personas en escenarios como el Summer Stage del Central Park de Nueva York, Fuji Rock Festival en Japón y el Bonnaroo Music & Art Festival. Hicieron apariciones además en varios shows de televisión en Estados Unidos y, posteriormente, contribuyeron a la banda sonora de la célebre película “Diamantes de Sangre”, ambientada en su país de origen.

No pasó mucho tiempo para que personajes como Sir Paul McCartney, Keith Richards, Ice Cube y Angelina Jolie se declararan fanáticos de la banda, la cual llegaría incluso a abrir para Aerosmith, frente a doce mil personas, en el Mohegan Sun Arena en Uncasville, Connecticut.

La muerte sin sentido, las enfermedades de amigos y familiares, incluyendo algunos de los miembros fundadores de la banda, y la esperanza por un cambio en Sierra Leona como resultado de la paz, sólo ha fortalecido la voluntad del grupo para hacer todo lo posible por mejorar las condiciones de su tierra natal. Su única arma es la música y su mensaje, si bien crítico y de protesta muchas veces, es optimista y positivo. Redención ante los obstáculos y la fe eterna en un futuro mejor es lo que motiva su arte y su vida.

“Ha sido una larga lucha desde el fin de la guerra, saliendo de condiciones miserables”, relata Koroma. “Tratamos de abordar temas sensibles que afectan al mundo. Es responsabilidad de todos que haya tanta gente sufriendo. Traemos un mensaje positivo buscando un cambio para mejor. Y, lo más importante, predicar la paz”, finaliza.

Para su segundo álbum, el grupo se fue a Nueva Orleans, donde trabajaron con el veterano productor Steve Berlin, miembro de Los Lobos, quien ha producido a Angélique Kidjo, Michelle Shocked, Jackie Green, Alex Ounsworth, Ozomatli y Rickie Lee Jones. Así nació “Rise & Shine”, trabajo que ganaría como Disco del Año en el prestigioso World Music Charts Europe de 2010.

El grupo se concentró en girar ese año y durante el 2011, para luego volver al estudio, esta vez en Brooklyn, Nueva York. En este caso el productor sería Victor Axelrod, también conocido como Ticklah, quien ha trabajado en el pasado con Amy Winehouse, Sharon Jones & Dap Kings, Antibalas, The Easy Star All Stars y muchas bandas más. Maestro del dub, reggae, soul y afrobeat, Axelrod llevó a Sierra Leone’s Refugee All Stars a otra dimensión, y demostró cómo años de giras mejoraron visiblemente las capacidades musicales de la banda.

La agrupación aprovechó el acceso a todo el equipo analógico vintage de los estudios Dunham, inspirándose en los sonidos retro del reggae de la vieja escuela jamaiquina, el funk africano de los setentas y los cantos tribales de su tierra. Lo bautizaron “Radio Salone”, y se trata de un disco que suena a exquisita cinta magnética. Todo un clásico instantáneo para Sierra Leone’s Refugee All Stars. Fue lanzado en abril de 2012, mediante la disquera Cumbacha, y fue seleccionado como World Music Album of the Year (Álbum del año de músicas del mundo) por CBC Radio en Canadá. La crítica también se mostró sumamente complacida.

Como ya era costumbre el álbum estuvo acompañado de una gira masiva por todo el mundo, la cual aumentó su ya considerable fanaticada.

Es en el verano de 2013 cuando Sierra Leone’s Refugee All Stars comienzan a preparar su cuarto álbum de estudio. Para ello reclutaron al productor Chris Velan. La composición y concepción del álbum se llevó a cabo en Plainfield, Vermont, Estados Unidos. Un fenómeno curioso durante el proceso creativo fue que la comunidad se enteró de la presencia de la banda en el pueblo y se involucraron activamente, proveyendo transporte, cocinando para la banda y facilitando las comunicaciones con Sierra Leona.

Tras los ensayos comenzó la grabación en los estudios de Lane Gibson, localizados en las oficinas de su disquera Cumbancha, en Vermont.

Cuatro semanas duró la grabación y, nuevamente, la comunidad de la zona se enteró de la presencia de la banda brindando toda clase de apoyo logístico a la misma.

La comodidad y los recursos con los que contaron en aquella ocasión estaban bastante lejos de lo que fue la grabación de su primer disco, muchas veces concebido alrededor de una fogata en un campo de refugiados en Guinea, o en un caliente y destartalado estudio en Freetown, donde los cortes eléctricos son comunes.

El disco se llamó “Libation” y es su último trabajo hasta la fecha. Un disco más acústico que sus últimas dos placas. Experimentaron con una variedad de guitarras clásicas e instrumentos de percusión experimental que crearon texturas muy interesantes.

El estilo acústico representó una vuelta a sus primeros días, cuando contaban con muy pocos recursos, muchas veces sin amplificadores y otros elementos electrónicos.

En “Libation” la banda apela nuevamente a la riqueza rítmica de su país. Utilizan ritmos como highlife, maringa y palm wine, muy populares en la Sierra Leona de su juventud. No obstante, mantienen el sonido baskeda y gumbe, la versión sierraleonesa del reggae y el soukous respectivamente, que los ha caracterizado durante su carrera.

Hay quienes suelen asociar el ritmo de Sierra Leone’s Refugee All Stars con el reggae jamaiquino, cuando en realidad es el sonido baskeda, el cual es muy similar. No obstante, la banda no pierde tiempo con las etiquetas, así como tampoco teme fusionar ritmos, especialmente aquellos de la costa oeste africana.

“Libation” ha venido acompañado de un tour mundial que seguirá hasta finales del 2015. En mayo visitaron España participando en uno de los festivales más importante del país, el Primavera Sound de Barcelona. Antes habían hecho paradas en el Apollo Theater de Harlem, así como en la Conferencia de Derechos Humanos de Amnistía Internacional. 

Ha sido una fructífera carrera de más diez años, emergiendo de una situación terrible pero haciendo de ella un arte que ilumina, una música que celebra la vida y predica la convivencia.

Tras su visita a España tuvimos la oportunidad de hablar con Reuben Koroma, líder de la banda, quien ahondó en la trayectoria y los planes a futuro de Sierra Leone’s Refugee All Stars.

—¿Cuáles son sus principales influencias musicales? ¿Qué ritmos y artistas crecieron escuchando?  

—Nos enfocamos en los ritmos tradicionales de Sierra Leona como el baskeda, palm wine y maringa. También fuimos influenciados por músicos congoleses como Franco Luambo Makiadi, así como ritmos occidentales de Nueva Orleans, blues neoyorquino y jazz. Creo que cada uno creció escuchando cosas muy distintas, desde música india hasta jamaiquina.

—¿Antes de Sierra Leone’s Refugee All Stars tocaban en otros grupos?

—Yo fui baterista y cantante de The Emperors, que era la banda de reggae más conocida de Sierra Leona. Los demás tienen historias similares. Para varios de nosotros The Emperors fue la última banda que tuvimos antes de la guerra. La música nunca fue un hobby, siempre hemos sido músicos a tiempo completo. Es nuestro sustento.

—Entonces su historia es desde antes de la guerra.

—Sí, la mayoría de nosotros nos conocíamos por diferentes bandas donde tocábamos o porque dábamos conciertos en los mismos sitios. Hemos sido amigos desde hace mucho tiempo.

—¿Cómo definirían su estilo?

—Más allá del baskeda, palm wine y maringa, se trata de una mezcla de ritmos del oeste de África, porque también experimentamos con géneros populares de Guinea.

—¿Cómo fue el proceso de grabación de “Living Like a Refugee”? ¿Dónde y cómo fue grabado?

—Fue grabado en un campo de refugiados conocido como Richmond Club, bastante pequeño. Muchas veces usamos linternas por los cortes de electricidad. Otras canciones fueron grabadas en Freetown. Naciones Unidas nos brindó asistencia y protección durante la grabación.

—¿Cómo cambió todo para la banda tras el lanzamiento del documental “Sierra Leone’s Refugee All Stars”?

—Fue gracias al documental que comenzamos a girar y a ser buscados por personas de todo el mundo. Le abrió los ojos a muchos sobre nuestra existencia. Se puede decir que parte importante de nuestra historia empieza desde allí porque nos masificó como banda.

—¿Cómo fue volver a Sierra Leona después de la guerra? ¿Cuánto había cambiado el país?

—Estaba muy emocionado de volver, tras haber estado fuera por ocho años. Naciones Unidas nos llevó en un helicóptero, era la primera vez que volaba. Nunca olvidaré ese día, 11 de septiembre de 2003. Fue un sentimiento muy profundo. Freetown parecía un pueblo fantasma. Casas destruidas y saqueadas, calles destrozadas, huecos de mortero en muchos sitios, la basura bloqueaba las calles, en algunos lugares las pilas eran tan grandes como montañas. Freetown era miserable por aquellos días. Estaba muy sucia y no me resultaba familiar. Algo que me trajo mucha alegría fue el hecho de encontrarme con muchos de mis colegas del mundo de la música, y enterarme que seguían vivos.

—¿Quiénes son los integrantes de la banda actualmente?  

—Reuben Koroma, lider de la banda, vocalista y percusionista; Ashade Pearce, guitarra y voz; Jahson Bull, teclados, guitarra rítmica y voz; Joseph Paye, bajo y voz; y Christopher Davies, batería y voz. Cuando visitamos Estados Unidos también incluimos a Jeffrey Nature Kamara en la voz y percusión, pero no cuando estamos en Europa, ya que allá es demasiado costoso girar con más de cinco integrantes.

—¿Dónde está residenciada la banda actualmente?

—Estamos esperando que sea seguro volver a nuestras casas en Sierra Leona. Mientras tanto residimos en la costa este de Estados Unidos, dividimos el tiempo entre Providence, Rhode Island y Vermont.

—¿Cómo fue el proceso creativo de su último disco “Libation”?

—Fuimos a Estados Unidos y un amigo nos ofreció estadía en el Goddard College en Vermont. Otro amigo de la banda estaba en un pueblo cercano llamado Charlotte y nos invitó a su hogar, donde nos quedamos por un mes. Luego nos quedamos en otra urbe llamada Plainfield. Durante todo este tiempo estuvimos concibiendo lo que sería el disco. La experiencia con los norteamericanos en general fue maravillosa, eran muy cercanos a nosotros, nos sentimos bienvenidos. El clima también era como África, ya que en Sierra Leona llueve por seis meses y en Vermont también llueve constantemente. Luego entramos al estudio, también en Vermont, junto al productor Lane Gibson, y grabamos todo lo que habíamos estado componiendo en los últimos meses. De ahí salió “Libation”.

—“Libation” es además un disco muy acústico.

—Si, queríamos basar este disco en el mensaje. Que la música no opacara lo que tenemos que decir. También queríamos que fuera lo más natural posible. Se siente ese baskeda, ese palm wine y esa maringa que caracteriza nuestro sonido, solo que más crudos y directos.

—Actualmente se encuentran de gira.

—Hemos completado un tour en Europa recientemente que ha durado seis semanas. Luego volvimos a Estados Unidos donde estaremos girando hasta septiembre.

—¿Qué países han visitado hasta ahora en la gira?

—Estados Unidos, Noruega, Francia, España, Reino Unido, La isla de la Reunión en el océano Índico, Alemania, Austria, Bélgica y Colombia, fue la primera vez que visitamos Latinoamérica.

—¿Han estado trabajando en nuevo material?

—Si, hemos escrito nuevo material durante el último año. Nuestra idea es volver al estudio a finales del otoño y comenzar a grabar.

—¿Creen que su música podría influir en los destinos de su país?

—Honestamente creo que sí, porque cualquier cosa que hagan los nativos de un país para ponerlo en el mapa y darlo a conocer por sus logros es algo que beneficia a la nación entera. Si nuestra música autóctona es celebrada por públicos extranjeros, recordarán a nuestro país no sólo por la guerra sino por su música, y ya eso tiene un alto valor. Mostramos que Sierra Leona tiene muchas cosas positivas que dar a la humanidad. No todo es guerra o lo que se ve en las noticias, hay cosas maravillosas que hacen a la gente feliz y que sirven un poco como terapia tras tantos problemas. Cualquier cosa buena que hagamos hará que la gente piense bien de nuestro país y eso, desde luego, influye en sus destinos.

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