enero 10, 2021

Amparanoia: «Hay una hipnosis colectiva frente las redes sociales, los medios de comunicación y nuestras propias creencias»

Amparanoia presentó este mes el álbum "Himnopsis Colectiva", un compendio de diez canciones, o himnos como los llama ella, que invitan, a golpe de fusión y mestizaje musical, a dar una mirada interna e individual liberadora, con miras a un cambio colectivo.

La cantante andaluza Amparo Sánchez trae de vuelta su proyecto más exitoso, Amparanoia, con el cual no publicaba un disco inédito desde el año 2005, cuando lanzó La vida te da. Tras la gira de ese álbum, llamada Bye Bye Tour, que culminó en 2008, comenzó un hiato de varios años y se dedicó a su carrera como solista.

En 2017 Amparanoia reapareció con el álbum El coro de mi gente, en el que varios amigos de la escena musical le rinden homenaje, versionando algunos de sus temas más emblemáticos.

Ese mismo año celebró las dos décadas de la salida de su ópera prima, el celebrado El poder de Machín, con el Welcome Tour, continuando meses después con la gira No me olvides Tour. Fue la respuesta del público en aquella ocasión la que le motivó a trabajar en un nuevo disco de Amparanoia.

Himnopsis Colectiva es un trabajo que invita a bailar al ritmo de una fusión que incluye texturas de cumbia, rock, reggae, pop, electrónica, música latina y géneros urbanos.

—¿Por qué Himnopsis colectiva?

—Creo que hay una hipnosis colectiva frente las redes sociales, los medios de comunicación y con nuestras propias creencias. Estamos hipnotizados y creo que también un poco desconectados de nuestro interior, y de lo que somos. Este álbum invita a explorar eso, a despertar, a dar una mirada interna e individual, con miras a un cambio colectivo. También presenta un viaje en lo que se refiere a estilos y ritmos musicales, se pasea por distintos lugares del mundo, visitando mezclas y culturas.  

—Usted no habla de canciones en este álbum, sino de himnos, algo a lo que hace referencia el título del disco.

—Lo de la denominación de himnos ocurrió durante la selección de las diez canciones que iban a componer el álbum. Cada vez que escogíamos una decíamos, en la banda y el equipo, que aquello se iba a convertir en un himno. También pensábamos en cómo serían en directo, y las veíamos como eso. Hay piezas de Amparanoia que ya son himnos, entonces se trata de agregar otros más a esa trayectoria. Fue algo que repetimos tanto que dejaron de ser canciones y las terminamos llamando himnos.

Himnopsis colectiva parece un álbum conceptual.

—Ha sido un proceso. Primero está la parte de componer las canciones. Allí no hay nada, solamente está la hoja en blanco. Comienzas a escribir, componer y buscar la melodía. Logramos crear veinte temas. Ahí ya tienes algo. Luego vino la selección de las diez mejores. En ese momento reflexionas sobre el mensaje de cada canción y la propuesta artística y musical, donde hay mucha fusión y experimentación. Busqué lo que más me atraía. Cuando teníamos las diez, aquellas que considerábamos himnos, surge el concepto, tanto estético como sonoro. Hay muchos elementos que parecidos están presentes en las canciones. Existe un hilo conductor, un orden puntual, desde la entrada hasta la salida. Todo el concepto se percibe allí, también en el título y el arte del disco. Esto último fue realizado por un estudio de diseño en Oaxaca, México, con el que trabajamos a distancia. Yo, en principio, no quería salir en la portada del álbum, pero el estudio hizo una propuesta que nos gustó. Afortunadamente hemos tenido tiempo para pensarlo bien, porque este año no ha habido conciertos y pasamos mucho tiempo en casa, estudiando mucho el contenido, el concepto y el resultado final.

—En este álbum incursionó en la cumbia, un género que no había grabado antes.

—La cumbia la había tocado colaborando con gente, en mis directos haciendo versiones de Amparanoia en este estilo, pero no había grabado ni producido temas míos con este estilo que me gusta tanto. En este disco me atreví a compartir dos maneras de tocarla, según mi punto de vista, una más electrónica que se siente en Cumbia perfecta, y la otra, con un toque más acústico y orgánico de nuestro sonido en directo, en Yo te doy. Yo lo disfruté muchísimo, además que les bajamos bastante el tempo, para generar ese gusto al bailarla.  

—¿Cómo fue el proceso de grabación en un año tan complicado como el 2020?

—Nosotros teníamos las maquetas y habíamos hecho la selección de los temas en febrero de 2020. Entonces yo tenía el mes de marzo ocupado con otro proyecto, que se llama Hermana y Cantaora, que es muy acústico y donde también presento mi primer libro La niña y el lobo. Mi idea era retomar el disco dos meses después, ir a Granada, donde tenemos el estudio, y trabajar. Sin embargo, en marzo paró la vida, así que nos pusimos a trabajar vía online. Así fuimos terminando de perfilar las maquetas. En julio se pudo reunir la banda, ensayar, materializar todas las ideas, cada uno con lo que requería, y después nos fuimos al estudio. No tuvimos muchos días, porque estaba el asunto de los perímetros. Utilizamos el tiempo justo, y el resto seguimos por email. Me mandaban coros, guitarras o lo que necesitara. Ha sido un trabajo muy online, con poca presencia física. A final de septiembre lo teníamos listo. Fueron meses intensos pero gratificantes.

—Este álbum es un regreso al proyecto de Amparanoia, ¿por qué decide retomarlo tras tantos años sin publicar canciones nuevas?

—La razón principal es porque en 2017 nos reunimos de nuevo con la intención de hacer una gira de celebración del veinte aniversario del primer álbum de Amparanoia El Poder De Machín. Eso se alargó hasta 2018, por los conciertos en Europa, y otros más que salieron en nuestro país. Ese año nos dimos cuenta de que había trabajo para 2019 y 2020. Para mí lo importante fue darme cuenta de que podía hacer aquello sin dejar a un lado mis otros proyectos, igual que el resto de la banda. Entonces si podíamos compaginarlo con nuestras otras ocupaciones por qué no grabar un nuevo disco, y darle una alegría al repertorio de Amparanoia.

—¿Qué diferencias hay entre Amparo Sánchez y Amparanoia?

—Cuando publico un disco como Amparo Sánchez, siento la libertad de compartir mis momentos personales, con un público que me sigue por mi carrera, con un directo más acústico e íntimo en el que me siento muy cómodo. Con Amparanoia existe un repertorio muy fuerte, que a la gente le gusta y canta, que va, igualmente, muy bien en directo, y con el que la banda se la pasa bien, para espacios que solían ser más multitudinarios, cuando se podía antes del Covid, como festivales, donde además compartíamos con artistas muy interesantes. Amparanoia es un sello. Amparo Sánchez es todo lo que hago, Amparanoia es lo que quiere oír mi público, mis antiguos temas, mi banda.

Himnopsis colectiva también tiene relación con su nuevo libro Metanoia. Guía práctica para la toma de conciencia.

—A la par de que hacía el álbum retomé mi estudio de bioneuroemoción, poder personal y conciencia, temas que a mí siempre me han interesado mucho. También es verdad que, al escuchar las canciones, me di cuenta de que todo esto estaba muy presente en el álbum. Esas inquietudes se perciben allí. Al mismo tiempo que estaba estudiando, iba recopilando información, haciendo resúmenes. A partir de ahí cree dos personajes de ficción, llamados Anita y Elsa, para ilustrar lo que es una vida por el camino de la conciencia, y otra por la inconciencia. Pensé que, con esta historia de ficción, así como compartiendo mis apuntes, y proponiendo una serie de ejercicios, se completaba todo el mensaje que estaba en Himnopsis Colectiva.

Himnopsis Colectiva es publicado por su disquera Mamita Records.

—La idea con Mamita Records ha sido seguir el método de trabajo que tenía años ejerciendo, que era hacer mis propias producciones, aunque luego hubiera que licenciar y llegar a acuerdas para distribuir el material en distintos países. Yo tenía años pagando mis discos, haciendo la promoción y todos los pasos en general. Entonces este era un escalón más que tenía que recorrer para mi independencia y libertad. También quería crear una plataforma para otros artistas que produzco, o que les interesa nuestra manera de hacer las cosas. Mamita Records no sería posible sin el equipo que me rodea, que es maravilloso y que está al cien por cien conmigo. Actualmente no podría vivir sin mi compañía, porque allí hacemos todo. En estos tiempos de crisis es importante tener gente que te apoye, y que esté contigo siempre. Al final, hemos logrado crear un sello de calidad y referencia.

—Con las presentaciones en vivo paralizadas en casi todo el mundo, ¿cuáles son sus planes para promocionar Himnopsis Colectiva?

—Tenemos planeada una presentación en streaming para el mes de marzo, que será a nivel internacional. La promoción para esto empezará en febrero. La ilusión es que el público pueda ver, a través de la pantalla, los temas en directo. Esperamos reunir la mayor cantidad de gente de esa manera. También estamos preparando algún videoclip. En cuanto a lo demás todo es incertidumbre, hay fechas y cosas organizadas, pero en estas condiciones nada es seguro. Mientras tanto yo sigo produciendo, sigo trabajando con los artistas de Mamita Records, como en la grabación del segundo álbum de Sara Curruchich, el cual estoy produciendo y está quedando precioso. Lo estamos trabajando completamente online con la gente de Guatemala. También traemos lo nuevo de Juan Pinilla, que promete muchísimo.

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