enero 7, 2020

Eduardo Paniagua: «Hay una gran riqueza por descubrir en nuestro patrimonio medieval»

Eduardo Paniagua es una referencia obligada en lo que respecta a la música de la España medieval, dándose a la tarea de recuperar un amplio repertorio de la época, recopilándolo en más de un centenar de discos que ha publicado bajo su sello Pneuma. Ganador del Premio Intérprete de Música Clásica 2009 de la Academia de la Música de España y del Premio UFI 2013 Música Clásica, fundó los grupos Atrium Musicae, Cálamus e Ibn Bâya.

Arquitecto devenido en músico, Eduardo Paniagua lleva décadas estudiando las músicas medievales de la península ibérica, siendo muy destaca su exploración de los géneros árabigo-andaluces. Su obra cumbre ha sido grabar casi íntegramente las Cantigas de Santa María de Alfonso X de Castilla, una obra que refleja a plenitud el contexto cultural, e incluso social, de siglo XIII en España, bajo el reinado de uno de los monarcas más importantes de la edad media, recordado por su sabiduría y apoyo a las artes.

Actualmente Paniagua se encuentra presentando su espectáculo Trovadores de tres culturas junto a Wafir S. Gibril y Pedro Burruezo, un espectáculo que describen como minimalista pero emotivo, que evoca el medioevo con canciones y melodías con texturas trovadorescas, y «que no olvida a los grandes poetas del sufismo, cuyos poemas son amor en estado puro».

Su próxima presentación será en Barcelona el 24 de enero, en la Sala Apolo.

—Usted parece haberse planteado la misión de rescatar las músicas medievales españolas. ¿Qué lo ha motivado a emprender esta iniciativa?

—Primero fue la dedicación a las músicas históricas, en especial la de la Edad Media y el Renacimiento. También los discos de vinilo que hice en los años 70 y 80 con diferentes grupos musicales, en la mayoría de los casos con obras inéditas o con interpretación de instrumentos que copiaban los de la época. Después, en 1994, surgió la posibilidad y necesidad de grabar y editar, ya en CD, las obras que cantábamos y tocábamos en conciertos. Para ello hice el sello Pneuma. Mirando en retrospectiva sí es una especie de misión, de rescate y divulgación de mucho repertorio español, con primeras grabaciones mundiales. Hay una gran riqueza por descubrir en nuestro patrimonio medieval.

—Usted también se ha entregado a la compleja misión de grabar íntegramente las Cantigas de Santa María de Alfonso X de Castilla. ¿Cómo nació ese nexo con una obra tan amplia?

—Ese fue el primer proyecto de Pneuma y un trabajo creativo de largo recorrido. Las Cantigas de Alfonso X son 427, el mayor compendio lírico del medievo mundial. La grabación antológica es una obra titánica. Llevo 36 CDs y habré superado las 320 cantigas. Aún quedan por grabar unos 12/15 CDs. El empeño tiene un aspecto de vocación no solo musical y de amor a la historia, sino que tiene un componente devocional a su contenido y al espíritu del rey sabio, músico y poeta. Sería largo de contar.

—¿Cuántos años le ha tomado grabar esta obra y cuántas canciones le faltan para terminar de recopilarla en su totalidad?

—Desde 1995 que grabé los 2 primeros CDs: Cantigas de Toledo y Remedios curativos en las Cantigas, hasta el más reciente, un triple CD Cantigas de Andalucía, han pasado 23 años. Sería un sueño poder terminar la antología. Cada CD lo componen entre 5 y 13 cantigas, pues son de muy diferente tamaño de texto, entre 3 y 50 estrofas. El objetivo de la antología es grabar cada canción completa con todo su texto. Esto es complejo pues algunas historias son casi una novela medieval en verso. Hay que poner todo el ingenio para buscar recursos musicales y tímbricos para que no se haga muy repetitivo. En cualquier caso, si vas leyendo el texto todas las cantigas son una apasionante y preciosa obra de arte: poema, música, ritmo, melodía y miniaturas.

—Las Cantigas de Santa María parecen dar una visión bastante extensa de lo que fue la vida en el siglo XIII: costumbres, sociedad, religión, etc. ¿Cuál fue la principal revelación al explorar semejante panorama? ¿La convivencia entre diferentes pueblos? ¿La riqueza cultural de aquella fusión?

—Cantan personajes de la vida real, con sus pasiones, sus necesidades, sus defectos y virtudes. La Virgen María es la protagonista que ayuda a aquellos que se lo piden, con una gran humanidad. En las historias se reflejan la filosofía, la teología, la sociología, las costumbres de la época y hasta los temas de raíz y sabiduría popular. Desde la refinada corte, la cruenta violencia de la guerra, las pasiones humanas, el misticismo, el amor a los animales, a la naturaleza y a los temas más humildes. Pero todo ello en poemas y melodías verdaderamente variadas y hermosas. Por supuesto que se refleja la riqueza étnica y cultural de la península Ibérica, de Europa y del Oriente cercano. Todo el mundo conocido del siglo XIII.

—Las Cantigas de Santa María parecen representar musicalmente diversas influencias: sufíes, sefardíes, visigodas, mozárabes, etc. ¿Son las Cantigas de Santa María la obra más representativa de la España medieval multicultural?

—Así es, pero desde la interesante y aguda visión del scriptorium del rey más culto de su tiempo. Todo empezó con un libro de 100 poemas de loor y amor a Santa María, con narraciones y oraciones sobre los milagros y las proezas de la Virgen. Pero le llegaban al rey colecciones de milagros de todos lados del mundo cristiano y se convertían en poemas para ser cantados, es decir canciones o cantigas. Y las trabajaban los mejores colaboradores de su corte, monjes, escrituristas, poetas, juglares, pintores miniaturistas, etc. Una obra de lujo regio. Nos quedan cuatro  increíbles códices que guardan todo este tesoro de 427 canciones. Y no son más porque le llegó la hora de morir al rey Alfonso X.

—¿Cómo podría influir esta obra para entender la España actual?

—Todo el arte del pasado influye en nuestro sentir y nuestra cultura de base. La música es intangible y pertenece a nuestro pueblo de origen, nuestra región. Reconocemos nuestra música aunque sea la primera vez que la escuchamos. Es el poso de nuestro espíritu. Pero para ello hay que tener raíces, algo que se diluye en nuestra época de globalización rápida.

—Si bien es un elemento importante, su obra no se limita a las Cantigas de Santa María, sino que ha explorado por separado el inventario musical medieval sefardí, sufí, andalusí, mozárabe, etc. Podría hablarnos de ese catálogo, publicado en Pneuma, que trasciende las Cantigas de Santa María. 

—Pneuma tiene cuatro colecciones: Colección Cantigas de Santa María, Colección Al-Andalus, Colección histórica (Cajón de Sastre) y Colección tradición (lo que no es histórico, pero si tradicional). Y a su vez hay subcoleciones: por ejemplo, Gregoriano, Mozárabe, Trovadores, Cancioneros, Sefardí, Renacimiento, Prebarroco, para la Colección histórica. O bien: andalusí medieval, andalusí-Magreb, andalusí actual con grabaciones históricas de los años 60, canto sufí, el laúd como rey de los instrumentos árabes, andalusí y oriente (Moaxajas andalusíes de Siria, de Cairo), etc. Todo ello ordena el Catálogo que combina los 155 CDs editados hasta hoy. Los CDs recopilatorios son muestras temáticas de todo ello.

—¿Cómo nace el sello discográfico Pneuma?

—Un empeño personalísimo de editar músicas desconocidas y casi todas del solar hispano y sus relaciones culturales mediterráneas. Una mezcla de trabajo musical creativo y de empeño empresarial. Cuando los CDs se vendían esto era posible, no sin la colaboración de Karonte, la distribuidora nacional e internacional. Hoy en día es un trabajo inviable si no se cuenta con ayudas y subvenciones de las administraciones. Los CDs se piratean o escuchan por el teléfono. Grabar con calidad es caro: músicos y técnicos de sonido. Editar y fabricar tampoco es sencillo, es un trabajo empresarial. La parte cultural es la creación de los proyectos y la recuperación del patrimonio musical histórico. Todo ello se dificulta con la crisis del formato CD, al no venderse discos.

—¿Quiénes lo acompañarán en su concierto en Barcelona?

—Wafir S. Gibril, músico sudanés afincado en Madrid. Domina, sobre todo, el laúd árabe; y también la percusión y el ney. Pedro Burruezo, músico barcelonés, uno de los más fervientes intérpretes de música medieval bajo una perspectiva muy peculiar, singular, novedosa y algo salvaje. En vivo la distribución es: Eduardo Paniagua en las flautas, salterio, percusiones, cantos, narración y dirección. Wafir S. Gibril en el laúd árabe, flauta ney, percusión y cantos árabes. Pedro Burruezo en cantos, mondol argelino y percusiones.

—¿En qué proyecto se encuentra trabajando actualmente?

—Nuevo CD sobre cantigas, esta vez de Portugal. Además me encuentro haciendo un trabajo difícil sobre los cantos litúrgicos mozárabes (cristianos bajo el dominio islámico) sobre los mártires de Córdoba del siglo IX.También dos CDs recopilatorios. Uno sobre el mundo mozárabe: el camino de Santiago de Córdoba por la ruta de la plata y otro sobre la seda en la música e instrumentos de la España medieval. Ruta de la seda, sí, pero no de China y Oriente, sino de los lugares peninsulares con cría de gusanos y telares de seda. Al-Andalus tiene mucho que decir sobre esto.

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