octubre 17, 2016

Fanfare Ciocărlia: «No es raro ver bandas que intenten emular a Fanfare Ciocărlia»

La legendaria orquesta de música gitana de los Balcanes Fanfare Ciocărlia se encuentra promocionando su último trabajo “Onwards to Mars!” (En camino a Marte), el cual celebra los veinte años de este conjunto que comenzó tocando en bodas rurales romaníes en Europa del este, y que hoy recorre el mundo alegrando públicos en los cinco continentes. He ahí la razón del nombre de este disco: este planeta, afirman, se les ha quedado pequeño, por lo que llegó el momento de llevar su melodía a Marte.

Ellos lo denominan funk balcánico, o del este, si bien suena a una acelerada orquesta de instrumentos de viento interpretando música gitana típica de los Balcanes. Se perciben aires de banda militar austriaca o turca, ambas potencias determinantes para la región de donde provienen, pero además existen pinceladas sónicas búlgaras, serbias y macedonias. Sobre toda aquella mezcla triunfa un contexto romaní, que a su vez se nutre del folk rural de Rumania. Y es que en realidad, definir a Fanfare Ciocărlia no es tarea fácil.

En vivo demuestran una energía sobrecogedora, con doce carismáticos músicos capaces de hacer bailar hasta el agotamiento. Son veinte años en tarima, recorriendo el mundo, protagonizando festivales, encuentros y fiestas. Desde Melbourne hasta Memphis, desde Tokio hasta Bogotá, desde Toulouse hasta Wellington, Fanfare Ciocărlia expresa una tradición musical que se ha transmitido a través de generaciones en su pueblo natal de Zece Prăjini en Rumanía, a pocos kilómetros de la frontera con Moldavia. Todos estos intérpretes fueron enseñados por sus padres y abuelos que a su vez fueron preparados por sus antepasados. Su fin es entretener a la audiencia pero también mantener el espíritu de la música gitana vivo.  

El idioma de sus canciones es el romaní y el rumano, pero la música es su principal medio de comunicación y el baile su complemento de conexión. Sin lugar a dudas, el enfoque de Fanfare Ciocărlia es original y diferente, no hay otra banda que se le parezca. Si bien entra en el espectro balcánico, difiere bastante de otros actos conocidos de la región como Kusturica o Bregović.

Uno de los elementos que brinda esta singularidad es que Fanfare Ciocărlia consta sólo de instrumentos de viejo y percusión, la razón es que Zece Prăjini es un pueblo de labradores, agricultores y obreros. Por estas labores sus dedos tendían a ser tan ásperos que se dificultaba la interpretación de las cuerdas.

La formación incluye trompetas, tubas, clarinetes, cuernos, saxofones, bombos y percusión, cuya velocidad, dinámica, ingenio y particular tono oriental concluye su firma.

Fanfare Ciocărlia es una banda enteramente gitana, quizás una de las bandas contemporáneas romaníes más famosas a nivel mundial.

Fanfare Ciocărlia también se ha destacado por realizar versiones de canciones célebres del cine y la televisión en formato gitano y balcánico, como es el caso de su maravillosa adaptación de “Born to be Wild” de Steppenwolf, del tema de James Bond, “Caravan” de Duke Ellington y “Summertime” de George Gershwin.   

La música de Fanfare Ciocârlia ha aparecido además en films como “Borat” y la española “Crimen Ferpecto”, donde se incluye su versión de “Moliendo Café” del compositor venezolano Hugo Blanco.

Una de las paradas de su gira europea, con motivo de sus veinte años, fue Barcelona, donde tuvimos la oportunidad de conversar con el manager de la banda Henry Ernst, quien además fungió como traductor, y uno de sus trompetistas y cantantes Costică «Cimai» Trifan.

Ernst es quien hace veinte años encontró a Fanfare Ciocârlia mientras recorría Rumania en busca de nuevas texturas y sonidos. Además es el encargado de la disquera Asphalt Tango, la cual se enfoca en músicas del mundo, especialmente gitanas y de Europa del este.

RG: Este año Fanfare Ciocărlia cumple veinte años.

Costică «Cimai» Trifan: Sí, es nuestro aniversario número veinte. Cuando comenzamos no imaginábamos que llegaríamos tan lejos. Todo se dio un poco por casualidad. Nuestro manager nos descubrió y grabó una serie de maquetas que luego mostró en su Alemania natal. Cuando tuvimos nuestro primer tour fue una sensación maravillosa. Nosotros siempre decíamos: “La esperanza es lo último que se pierde”, pensando en que queríamos seguir haciendo esto y en nuestra aspiraciones como grupo. Pero honestamente pensamos que sería un tour, quizás dos, y después nos olvidarían.

RG: ¿Cómo conocieron a su manager?

Henry Ernst: Accidentalmente. Simplemente sucedió. Me encontraba viajando por Rumania, unos veinte años atrás, grabando grupos por todo el país. En uno de estos recorridos me topé con un granjero y comenzamos a hablar de música. Me dijo que fuera a Zece Prăjini, que había un grupo de gitanos que hacían música con instrumentos de viento. Me acerqué pensando en quedarme una o dos horas quizás, pero cuando escuché la música decidí permanecer tres meses, grabar varias maquetas y promocionarlos.

RG: ¿Le interesaba la música gitana?

HE: A mí me interesa la música en general, en este caso estaba explorando la música gitana de Rumania. Sin embargo, en honor a la verdad, yo detestaba la música de banda con instrumentos de viento porque crecí en Alemania y era algo muy típico de mi país, más de una vez tenía que escucharla contra mi voluntad los domingos en la mañana. Pero en el caso de Fanfare Ciocărlia lo veía como algo que emulaba la música de rave y el techno, me parecía brillante lo rápido que iban. Era increíble, fue muy emocionante.

RG: La música balcánica se ha hecho muy popular en buena parte del mundo. ¿Cuál es su situación Rumania? ¿Son más conocidos en el extranjero que en su propio país?

CT: Se ha popularizado un poco en los últimos años, pero en Rumania la historia es diferente.

RG: ¿En qué sentido?

HE: Porque Rumania tiene otros gustos. Muchos no entienden la música con cojones.

RG: ¿Por aquello de que nadie es profeta en su tierra?

HE: Por muchos años esta banda no fue reconocida en Rumania porque la gente miraba más hacia occidente. Con esa idea de que todo lo que viene de occidente es bueno. Menospreciaban su cultura. Cuando la banda se popularizo en el extranjero tuvo consecuencias en el país. Entonces muchos rumanos empezaron a prestarle atención. Insólito si tomamos en cuenta lo populares que son en Japón o España. Muchos empezaron a decir que les gustaba y que era bueno, pero creo que pocos entendían esta música.

RG: Incluso han surgido bandas en occidente que emulan ese sonido balcánico.

HE: Sí, pero no sólo en occidente, incluso en Rumania. No es raro ver bandas que intenten emular a Fanfare Ciocărlia.

RG: Fanfare Ciocărlia no siempre fue una banda. En principio eran varios músicos del mismo pueblo que se reunían para tocar en bodas.

HE: Es cierto. El mundo de las bodas gitanas funciona de esa manera. Una persona viene al pueblo, comenta que está organizando una boda, habla con Cimai, y le dice: “es la boda de mi hija, necesito una banda, tengo dos mil euros y quiero que tenga doce personas”. Él irá por la villa hablando con los demás, preguntándoles si les interesa el trabajo. Algunos dirán que sí, otros que no. Entonces esa banda sólo existirá para esa boda, luego desaparecerá. Todos siguen su camino. La próxima vez alguien irá a otro músico y le planteará lo mismo y él reclutará a otras personas. Entonces nunca es una banda como tal. Cuando los conocí vi este modo de trabajo y les dije que no serviría para una gira, era imposible cambiar constantemente de miembros si estábamos de tour. Por ello hicimos una selección, escogimos y así nació la banda.

RG: ¿El pueblo de Zece Prăjini es conocido por sus músicos?

HE: Sí. Es conocido en toda la región como una villa donde abundan los músicos de instrumentos de viento. Es el único pueblo de Rumania donde se consiguen intérpretes capaces de tocar tan rápido. Nadie sabe por qué, ni siquiera ellos mismos lo entienden.

RG: ¿Tienen una tradición musical familiar que se transmite de generación en generación?

CT: Sí. Es una profesión que se transmite de generación en generación. En mi caso mi abuelo me enseñó a tocar la trompeta, así como a mi padre. Todos mis hermanos tocan algún instrumento.

RG: ¿Siguen tocando en bodas?

CT: Claro. Cuando tenemos tiempo libre lo hacemos. No somos los únicos. Este tipo de fenómenos se ven en muchos pueblos gitanos.

RG: ¿Por qué su último disco fue bautizado “Onwards to Mars!” (En camino a Marte)?

CT: Es el concepto del álbum. Hemos recorrido casi todo el mundo: América del norte y del sur, Asia, Europa, Australia, Nueva Zelanda, etc. Nosotros sentimos que estamos en una misión que es traer alegría a la gente y hacer fiestas que celebren la vida. Actualmente, tras veinte años, hemos visto a dos generaciones de fanáticos disfrutar de la música del grupo. Tenemos fans mayores que están entre los cuarenta y cincuenta años, y más recientes que tienen entre quince y veinte. Por eso llegamos a pensar que nuestra misión en este planeta estaba completa, así que el próximo paso es ir a Marte.

RG: ¿Existe algún lugar que les falte visitar?

CT: No. Me parece que hemos estado en todos lados la verdad.

RG: Para “Onwards to Mars!” grabaron una cumbia colombiana, llamada “Fiesta de Negritos”, junto a la banda Puerto Candelaria. ¿Cómo se dio esta colaboración?

CT: Estuvimos de gira en Colombia el año pasado. En Medellín nos quedamos dos días. La experiencia en la ciudad fue tan buena que nos enamoró. Tocamos en un festival y en los camerinos compartimos con los amigos de Puerto Candelaria y realizamos una sesión de improvisación. La cumbia es un género que va muy bien con nuestro estilo por lo que no fue difícil combinarlos. Ese día tocamos una canción juntos, que fue un éxito con el público, y al día siguiente, pensando en llevar esta colaboración un paso más adelante, fue que interpretamos “Fiesta de Negritos”. Al culminar decidimos ir al estudio y grabar ese tema para incluirla en el nuevo álbum.

RG: ¿La música balcánica es popular en Latinoamérica?

HE: Sí, la banda es muy popular por esos lados y giramos constantemente por allá. Colombia, México, Venezuela, Chile, etc.

RG: También incluyeron una version de “I put a spell on you” de Screamin’ Jay Hawkins en “Onwards to Mars!”.

CT: Conocemos esa canción de toda la vida y la hemos escuchado miles de veces cuando salimos de gira. Siempre quisimos tocarla y poner nuestra marca en ella. El problema era encontrar a alguien para que la cantara, sobre todo por las características de la canción. Nosotros tenemos un amigo, Iulian Canaf, quien es un cantante gitano de blues, el cual resultó perfecto. Apenas le mostramos lo que teníamos quiso participar. El conocía el tema, así como la música de Screamin’ Jay Hawkins. Fue todo muy espontáneo. 

RG: El compositor, productor y multi-instrumentista Koby Israelite fue también parte esencial de este disco.

CT: Koby Israelite es un viejo amigo de la banda. Nos hemos encontrado muchas veces en distintos festivales. Es la misma historia que te decía con otros grupos: los conocemos en los camerinos, en los escenarios, improvisamos juntos, etc. Tenemos años en contacto, incluso en el pasado ha compuesto algunas canciones para Fanfare Ciocărlia. Por ello en esta ocasión decidimos preguntarle si quería volverlo a hacer. Él se mostró muy contento y estamos muy felices con el resultado. Cuatro de las canciones de este álbum fueron escritas por él.

RG: ¿Produjo el álbum?

HE: No. Lo produje yo, él compuso parte del disco.

RG: ¿Qué significa Fanfare Ciocărlia?

CT: Fanfare significa “orquesta de instrumentos de viento” y Ciocărlia significa “ruiseñor” en rumano, que es un pájaro de hermoso cantar. En conclusión podría traducirse como “La orquesta de los ruiseñores”.

RG: La BBC estrenó este año un documental sobre Fanfare Ciocărlia.

CT: Fanfare Ciocărlia ha hecho varias apariciones en la BBC. En este caso nos dijeron que estaban haciendo un especial sobre la música gitana y nos invitaron. No tuvo que ver con los veinte años de la banda, en ese sentido fue una casualidad.

RG: En el pasado Fanfare Ciocărlia participó en una gira, organizada por la disquera Asphalt Tango, llamado Balkan Brass Battle y otra denominado The Gypsy Queens and Kings Tour donde aparecían varias bandas de los Balcanes. ¿Tienen planeado volver a realizar estos eventos?

HE: Con esos proyectos estuvimos girando entre dos y tres años. Si bien lo disfrutamos mucho, es un capítulo cerrado. Por ahora nos encontramos “camino a Marte”.

RG: ¿Qué planes tienen de gira este año?

HE: Recorreremos toda Europa en lo que resta de este año.

RG: ¿Algún otro lanzamiento pendiente?

HE: Sí, lanzaremos pronto un vídeo junto a los amigos de Puerto Candelaria, para el tema “Fiesta de negritos”. Podrán verlo en nuestra web: www.asphalt-tango.de

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