agosto 25, 2022

Kechak, la mitología hinduista balinesa hecha canción y baile

El kechak es una danza y canto balinés, con orígenes en la mitología hindú, que nació en los años treinta. Consiste en un acto multitudinario, donde participan desde docenas hasta cientos de personas, que interpretan cantos lisérgicos mientras realizan vibrantes movimientos de brazos y torso. La ceremonia representa una legendaria batalla entre el dios mono Hánuman, aliado con el dios Rama, contra el demonio Rávana.

El kechak tiene sus raíces en el sanghyang, una danza sagrada balinesa que se basa en la premisa de que una fuerza invisible entra en el cuerpo de un intérprete en trance. La fuerza, identificada como hyang, es una importante entidad espiritual en la mitología antigua indonesia.

En sus primeros días, el kechak era un ritual que buscaba crear un trance colectivo a través de un coro y la expresión corporal de los bailarines.

El célebre pintor, músico y etnomusicólogo alemán Walter Spies fue uno de los primeros en popularizar y mostrar al mundo el kechak. Fue él quien lo adaptó como un drama basado en el Ramayana hindú, uno de los dos principales textos en sánscrito de la India antigua junto al Mahabharata, para ser representado ante un público occidental.

A Spies también se le atribuye el mérito de haber atraído la atención occidental hacia la cultura y el arte balineses en la década de los treinta, influyendo además en su desarrollo.

El alemán fue el primero en recopilar y grabar la música de la isla, hizo un registro de todos los patrones artísticos de Bali, contribuyó con varias revistas holandesas, quienes eran el poder colonial en la región en aquel momento, para la difusión de sus hallazgos y creó el Museo de Bali, del que fue curador.

Walter Spies trabajó con el bailarín indonesio Wayan Limbak, quien popularizó el kechak organizando giras internacionales de grupos balineses. Estas giras ayudaron a dar a conocer el kechak en todo el mundo.

Existen divergencias entre la influencia occidental y los orígenes balineses del kechak, ya que pareciera haberse generado de una fusión de ambos. Lo ciertos es que Spies fue muy importante para su difusión y presentación a públicos extranjeros. No obstante, ya en la década de los veinte, Limbak había trabajado en coreografías similares, con elementos de danzas balinesas, conocidas como baris, pero se enfocaban en música gamelán, mientras que Spies buscaba incorporar texturas corales autóctonas.

Todos estos elementos desembocaron en el kechak actual, que suele ser interpretado por entre cincuenta y cien hombres que sólo llevan pareos, mientras la parte superior del cuerpo queda al descubierto. Todos forman círculos concéntricos, en cuyo centro hay una lámpara de aceite de coco tradicional balinesa. Primero mueven sus cuerpos rítmicamente hacia la izquierda y hacia la derecha, cantando las palabras «ke-chak» continuamente, a un ritmo muy lento. Poco a poco la cadencia es acelerada y por turnos levantan las manos, temblorosas, en el aire.

La presentación no sólo tiene música y danza, sino también un importante factor teatral, donde se presenta la epopeya mitológica hindú, protagonizada por Hánuman, Rama y Rávana, que aparece narrada en el Ramayana.

Los cantantes de kechak representan a las tropas de vanaras (seres legendarios de la mitología hindú, suerte de hombres mono) de Rama y a las tropas de ráksasas (criaturas demoníacas que habitan bajo la forma de un felino humanoide) de Rávana.

La duración de la representación es de aproximadamente una hora. Se muestra la historia empezando por el exilio de Sita y Rama en la selva de Dandaka. Luego se recrea la aparición del ciervo dorado, el rapto de Sita por Rávana, la batalla entre Rávana y Jatayu, la búsqueda de Sita por Hánuman, y termina con la batalla entre Rama y Rávana. Los cantantes de kechak entonan y cantan de acuerdo con el estado de ánimo y la atmósfera de la situación narrada.

Los espectáculos de danza kechak en Bali suelen hacerse diariamente por la tarde, usualmente a la seis de la tarde, en los templos hindúes balineses, como el templo de Uluwatu y Tanah Lot. También hay escenarios de danza utilizados exclusivamente para las actuaciones de kechak en Ubud, Garuda Wisnu Kencana, Batu Bulan, la playa de Pandawa y otros puntos importantes de la isla.

Las representaciones de kechak también tienen lugar en otras ocasiones, como en muestras culturales y de entretenimiento. Los bailarines suelen proceder de las aldeas locales, estos usualmente cuentan con un trabajo principal, aparte de la danza, que terminan antes de presentarse. Los ingresos de los bailarines por el espectáculo suelen provenir de las entradas vendidas a los espectadores. El destino más popular para las actuaciones de danza kechak es el templo de Uluwatu.

Existen varios papeles dentro del kechak: los cantantes masculinos y los bailarines principales del Ramayana, que interpretan los papeles de Sita, Rama, Lákshmana, Rávana, Hánuman, Jatayu, etc.

Algunos de los cantantes del kechak tienen tareas específicas durante la representación. Uno de ellos se encarga de mantener el ritmo del canto cantando de forma onomatopéyica. Otro hombre actúa como líder del coro, dando instrucciones para detener o iniciar el canto gritando voces de mando como «¡Dih!», «¡Ciat!», etc. Hay un hombre cuyo trabajo es cantar en un tono melodioso o rítmico según la situación de la danza. Otro participante, conocido como el dalang, narra la historia durante la ceremonia, normalmente en balinés y sánscrito. Los elegidos para estas tareas suelen ser los intérpretes más veteranos. El resto entonan «chak-chak-chak» de forma continua y simultánea con armonía.

Los bailarines que representan a los principales personajes del Ramayana se consideran una parte esencial de la danza. Rama, Sita, Lákshmana y el Ciervo Dorado, cuyos movimientos son suaves y apacibles, son interpretados a veces por bailarinas entrenadas en estos movimientos. Los hombres interpretan personajes como Ravan, Hánuman, Sugriva, etc.

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