marzo 14, 2018

Rachid Taha: «Europa es totalmente anti árabe»

El cantante argelino, residente en Francia, trae a España su particular fusión de géneros magrebíes como el raï y el chaabi con elementos de rock y electrónica. Taha prepara además nuevo álbum que tiene planeado publicar el próximo septiembre, tras cinco años de haber presentado Zoom.

Rachid Taha llegará el viernes 23 de marzo a Badalona a presentar la fusión que lo ha catapultado a la fama desde la década de los ochentas, aquella que reúne elementos occidentales y magrebíes, donde el rock, el chaabi, el raï y la electrónica armonizan.

Taha tiene una carrera que se remonta al año 80, cuando formó el grupo Carte de Séjour. Luego, a partir de la década de los noventa, comenzaría una fructífera carrera solista, publicando discos tan importantes como Olé, Olé y 1,2,3 Soleils, trabajo en directo junto a los también íconos del raï Khaled y Faudel, así como Diwân y Tékitoi. En 2008 publica un compilado titulado Rock N Raï, como se ha referido a su estilo en muchas ocasiones. 

Rachid Taha ha trabajado con artistas de la talla de Brian Eno, Goran Bregovich, Justin Adams y Mick Jones de The Clash, de quien hizo una versión de Rock the Casbah sobre la cual comentó «que era mejor que la suya».

Uno de los temas más conocidos de Taha, llamado Barra Barra, forma parte de la banda sonora de Black Hawk derribado y La sombra del cazador. Otra de sus piezas, Garab, aparece en los films La verdad sobre Charlie y Besos de sangre. En 2014 trabajó junto a la cantante española India Martínez en el tema Niño sin miedo de la película El niño, esta pieza obtuvo el Premio Goya a la Mejor Canción Original.

Deslenguado y divertido, Taha ha logrado una exitosa carrera en una Francia a la que sigue considerando racista, a la vez que Europa le parece «totalmente anti árabe». No obstante, muchos lo han catalogado como símbolo de la Francia multicultural, cosa que no le molesta.

—Durante la promoción de su concierto en Barcelona lo han descrito como símbolo de la Francia multicultural. ¿Le agrada ese apodo?

—Me agrada. A mí me gusta todo lo que te hace sentir bien, lo que da placer. Me gusta el amor y la valentía.

—Su último álbum Zoom fue publicado hace cinco años.

—Actualmente nos encontramos en el estudio, trabajando en un nuevo álbum. Creo que va a ser muy diferente a Zoom. Justo ahora estaba escuchando algunas de las maquetas, por lo que es un trabajo en pleno desarrollo. No puedo hablar mucho de ello. Desde 2013 me he mantenido ocupado. He hecho muchas colaboraciones, junto a músicos como Goran Bregovich, la cantante española India Martínez, y el grupo La Caravanne Passe. También creé la banda Coucous Clan, junto a Rodolphe Burger.  Además he montado un espectáculo sobre la música tradicional argelina, el cual presenté en el Instituto del Mundo Árabe en París. Finalmente, el 22 de septiembre estaré mostrando un espectáculo orquestal en la Ópera de Lyon, en el cual vengo trabajando desde hace tiempo. Tampoco he dejado de hacer bandas sonoras para películas, he seguido pintando, exponiendo mis obras y escribiendo libros. No he parado.

—Zoom fue producido por Justin Adams.

—Conozco bien a Robert Plant de Led Zeppelin. Hace un tiempo le pedí un consejo musical y me contestó que hablara con Justin Adams. Ellos vienen tocando juntos desde hace un tiempo. Me dijo que podía ayudarme y terminó produciendo el disco. La experiencia fue realmente maravillosa. De hecho es la única persona que me ha hecho cantar a las nueve de la mañana. Yo solía hacerlo de noche. 

—Zoom pareciera ser un homenaje la cantante egipcia Umm Kulthum.

—Umm Kulthum ha inspirado a mucha gente. Era la cantante preferida de la gran María Callas. En España, por ejemplo, a Lole y Manuel, a Paco de Lucía, a Camarón. Todos ellos la han cantado. En este disco le hago un homenaje, como también se lo hice a Elvis Presley, y así. Hay mucha gente que me gusta e intento recordarlos en mi trabajo, lo hago siempre.

—Usted creció escuchando grupos producidos por Brian Eno, quien también trajabó con usted en Zoom.

—Sabía que tarde o temprano nos íbamos a encontrar y nos conoceríamos. De hecho, fue él quien me llamó un día porque quería que cantara con él. Me dijo: «Rachid quiero trabajar contigo y yo le contesté: ¿Por qué no?».

—En Zoom también colaboró Mick Jones de The Clash.

—Mick es genial. Llegó a decirme que mi versión de Rock the Casbah era mejor que la suya. Eso sí que fue un gran homenaje.  

—Zoom es un álbum muy rockero.

—Me lo han dicho bastante, pero yo siempre he hecho rock, y el próximo álbum será aún más rock.

—¿Es difícil mantenerse al mismo tiempo en la vanguardia de la música del medio oriente así como en la occidental?

—No es difícil mantenerse en la vanguardia porque tengo talento. Está en mis genes, en mi ADN.

—¿Cuál es su opinión sobre Acid Arab y toda esta escena electro-árabe, de la que usted es precursor desde 1993 con su álbum Olé Olé?

—Ahora mismo estoy con un miembro de Acid Arab, efectivamente son mis admiradores. Los respeto mucho.

—¿Es usted el responsable de que Francia descubriera la música raï hace treinta años?

—Yo empecé en el 80 con Carte de Séjour y el raï llegó en el 88. Es algo diferente. Yo no creo haber hecho descubrir nada. Es Cristóbal Colón el que ha descubierto América, yo no he descubierto nada. 

—¿Por qué el raï tiene esa fama de ser un género vulgar?

—No sé por qué tiene esa fama ya que el raï no es una música vulgar. La vulgaridad se encuentra en las nalgas y los culos de la gente. Es simplemente un género, un tipo de música. Para hacerlo hay que tener talento y saber gestionar tu carrera, quizás tiene que ver con que la mayoría de los cantantes de raï son unos gilipollas.

—¿Qué pasó con el raï a finales de los noventa para casi desaparecer?

—El raï no ha desaparecido. Sigue existiendo, sólo que en está en otros lados. Hay mucha gente que sigue escuchándolo y tocándolo. Le puedo hablar de un artista muy bueno llamado Mnanauk, que está haciendo un trabajo muy interesante. Hay que tomar en cuenta que el raï nunca fue difundido por las radios francesas. Ha quedado entre nosotros. No es un accidente, no suelen transmitir música en árabe.

—Usted ha tenido una visión aguda de la política francesa hacia la inmigración.

—Y va de mal en peor. Europa es totalmente anti árabe. Si te escuchan hablar en árabe te dicen que es la lengua de los terroristas. Estamos en regresión. Ahora gracias a Internet sabemos quién detesta a los árabes. En la calle no se percibe, no es donde se dicen las cosas. En las radios y los medios no hay árabes. Quizás en el futbol y ni siquiera. Francia no ha digerido lo que ha pasado con Argelia, se les ha quedado atravesado en la garganta. Pues bien, que sigan comiendo cuscús.

—¿Francia es menos racista que en los ochenta?

Ni más ni menos. Es exactamente la misma cosa.

—¿Cuáles cantantes actuales podría denominar sus herederos?

—Mnanauk, quien le nombre anteriormente, es sin duda uno de mis herederos, así como un grupo llamado ACYL.

—¿Cuáles son sus planes a futuro?

—El álbum es lo primordial. Saldrá en septiembre. El espectáculo orquestal en la Ópera de Lyon también tiene toda mi atención.

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